EL
ABC DE LA ECONOMIA CAPITALISTA.
Por Beniezu
O como funciona la burguesía en el poder, donde al trabajador tras robarle
el fruto de su trabajo, pagado con calderilla,
se le expulsa cuando ya no le sirve- Esta es la diferencia abismal entre
un gobierno capitalista y un gobierno
socialista-
Nunca esperemos que los gobiernos
burgueses hagan alguna cosa positiva y a favor de los trabajadores pues estos
gobiernos siempre serán – “auténticos
consejos de administración de los intereses de la burguesía” –tal y como
nos recordaba Carlos Marx. Empezando por la propia configuración del estado
burgués, su constitución, su parlamento y sus correspondientes leyes emanadas
etc. Todo ello, siempre serán lo más
parecido al ordenamiento de un consejo
de administración para salvaguardar los
intereses politico-economicos de cualquiera de las empresas capitalistas
propiedad de la burguesía, configuradas con una prioritaria finalidad; conseguir ganancias y más ganancias para la
burguesía.¿ Acaso alguien ha visto en los despachos de las empresas
capitalistas algún departamento donde se
preocupan del bienestar de los trabajadores. Por ejemplo donde se separan la
parte proporcional de las ganancias de la empresa para distribuirla a los trabajadores?. Para la burguesía capitalista los trabajadores son como las maquinas, no
tiene identidad diferenciada a las
maquinas la única consideración con ellas y ellos es que sigan funcionando, los trabajadores/as que no
se mueran de hambre o de enfermedad y
las maquinas bien engrasados y actualizados. Ambos son inseparable y cumplen
una única función, producir mercancías y
ganancias.
Las clases dominantes burguesas que
controlan el Estado y el gobierno burgués están pensadas y articuladas para
servir a los intereses político-económicos de las distintas clases de la
burguesa. La atención que le dan a la clase trabajadora será meramente
testimonial, para que pueda subsistir y producir. Jamás será tenida en cuenta a
la hora del reparto del “botín económico” que se lo llevaran los empresarios, solo
algunas migajas para los trabajadores, no por caridad sino para que no se
mueran de hambre, ¿A quién sino podrían explotarle si no les mantiene
vivos? Los distintos gobiernos
burgueses, pueden diferenciarse unos de otros, en pequeñas cuestiones políticas
y administrativas, pero todos ellos estarán identificados inequívocamente al
servicio de la clase social burguesa, primordialmente de aquel sector más
poderosos y hegemónico. Aunque se vistan de rojo, y prometan el “oro y el moro”
a los trabajadores, siempre serán meros charlatanes.
En las llamadas “democracias burguesas”, y en
periodo electoral, no es difícil
descubrir al verdadero candidato a un gobierno que pretende ponerse al servicio
de la clase trabajadora, siempre será aquel que es despellejado y boicoteado
por la inmensa mayoría de los poderes mediáticos, y no siempre pues entre sus
astutas martingalas también emplean como cebo inútil un falso partido
izquierdista. Sera difícil, casi imposible, que un político auténticamente
sincero y honesto y al servicio de los trabajadores pueda llegar al nivel de
alcanzar la mayoría. Desde el comienzo será boicoteado y defenestrado, y no
hablemos de su financiamiento, que será CERO. Y sobre todo será también
absolutamente boicoteado por la maquinaria mediática, prensa y TV controlada
por un invisible “Ministerio de propaganda”
encubierto, que será el que marque los módulos de opinión, generalizándolos para
modelar las opiniones más determinantes entre la población proletaria, haciendo que estas aborrezcan los
valores socialistas y acepten los valores
de la llamada “democracia burguesa” que como hemos visto de “democracia “ no
tiene nada.
.
Sus voceros nos dirán una y mil veces que el
Estado es imparcial y bla, bla, bla. En
su ordenamiento jurídico administrativo estarán muy bonitamente descrito que
sus servicios estarán al servicio de la ciudadanía, sin mencionar, claro está,
la existencia de las clases sociales. Todo escrito con la maestría del
profesional que te está quitando, pero lo explica como si te estuviese dando.
Ni una sola palabra sobre los derechos prebendas y privilegios de la burguesía,
de sus distintas ramas y categorías económicas y de sus formas de explotación
capitalista.
Lo más importante y determinante es
sin duda la no mención siquiera de la legalización del robo de la plusvalía al
trabajador. El concepto de plusvalía, ni lo mencionan siquiera. En realidad, fue
Carlos Marx quien la desenmascaro cuando publico la primera edición del Capital,
por 1867, pero los economistas a sueldo de la burguesía decidieron hacerlo invisible, no mencionarlo siquiera,
porque es un concepto que desenmascara al
sistema capitalista como vulgares ladrones y explotadores de obreros.
Esta plusvalía es la diferencia del
valor económico de aquellas mercancías producido por los trabajadores, el
salario cobrado por ellos y su valor real en el mercado que será la ganancia
para el capitalista. La diferencia se
llama plusvalía, y la totalidad de plusvalías es lo que conforma el
capital. Lo cual nos dice que el
auténtico dueño del capital es el propio trabajador, que lo ha generado con su
trabajo pero que el sistema de producción capitalista no solo se lo apropia,
sino que lo mal utiliza pues no lo emplea en satisfacer las necesidades reales
de una población carente, sino que siempre en su beneficio personal en
exclusividad.
Y
es por esto que los dueños del capital, los capitalistas, son los culpables de los grandes problemas de distribución en el
mundo, hambrunas, paro, migraciones salvajes etc.etc. Porque el móvil de la
economía capitalista es el lucro y la
ganancia de su propia clase social, y no la activara sin no le produce
ganancia directa. Muy al contrario del motor económico de la economía socialismo
que es el de cubrir las necesidades de la sociedad, de toda la sociedad en su
conjunto, donde el concepto de ganancia personal
o lucro, desaparecerá del mundo
conceptual de las normas económicas y jurídicas, y la plusvalía pasara
a ser un vulgar robo y es por eso que será
abolida.
Enormes cantidades de capital
duermen porque sus dueños solo los van a emplear cuando les proporcionen un lucro personal, porque el sistema
capitalista este articulado para que genere ganancia, bien como inversión
productiva o especulativa. El capitalista se aferra a su dinero y se apalanca
en él, y no lo empleara hasta que no encuentre donde invertir con seguridad de
que le genere ganancias. Y no se inmutara si
a su alrededor deambulan miles,
millones de seres hambrientos, migrando desesperados buscando trabajo. A diferencia del sistema socialista que solo
emplea el capital para satisfacer las necesidades de la población en su
conjunto, donde, tras haber sido abolida la propiedad privada de los medios de
producción, y del propio capital, nacionalizándolos todos ellos, lo cual va a
significar que es el propio Estado quien va a administrar estos medios,
produciendo y distribuyendo su producción en función de las necesidades de la
población. De toda la población, todo el capital generado por la plusvalía,
será en su totalidad para aplicarlo en la satisfacción de las necesidades
vitales de la población. El concepto de lucro habrá desaparecido en la economía
socialista.
Aquí en la nueva sociedad, el lucro
personal desaparece como estímulo de la economía productiva pues el estímulo
que dinamiza la economía será cubrir las necesidades reales de toda la
población. Una población ahora sin clases sociales, sin distinciones, ni
privilegios, todos seremos ciudadanos con los mismos derechos y deberes. Es ,
sin duda alguna ,una economía equilibrada donde las diferencias sociales serán prácticamente inexistentes , porque la
distribución de las mercancías y los servicios
necesarios para la ciudadanía será en función de sus necesidades reales y vitales, y de las
posibilidades disponibles, todo supervisado y controlado por el Estado al servicio de una ciudadanía
igualitaria en derechos y deberes ya sin
clases sociales.
Estos datos, para mucha gente, serán
increíbles, nunca escuchados, es lógico que los medios propagandísticos de la
burguesía se afanen por ocultarlos y ningunearlos pue se trata nada menos que
de la liquidación de su propio futuro,
como clase privilegiada y dominante, y es sabido que nadie se hechas piedras a
su propio tejado.
Y en el ordenamiento jurídico de la
llamada “democracia burguesa” el gobierno surgido de esta presunta democracia,
tras unas presuntas elecciones. La
flexibilidad y la tolerancia de unos gobiernos burgueses hacia otros gobiernos
entrantes solo es tolerada cuando el ganador pertenece a su propia clase social
pero a otro sector económico de la burguesía a quien representara sus
intereses.
Esta
suele ser, la diferencia política-económica del partido ganador con respecto a los demás partidos
participantes. Todos ellos aceptando las
reglas de juego burguesas, es decir siempre al servicio de la clase social
burguesa, pero diferenciado en pequeños matices, lo que los une es que todos
ellos reconocen y utilizan el mismo sistema político económico basado en la explotación del trabajador a quien le roban la plusvalía.
Este “detallito” de que solo pueden
participar en las elecciones, los
partidos burgueses, es decir, aquellos que aceptan el robo de la plusvalía al
trabajador, nos da una idea del tamaño de farsa que supone la llamada “democracia burguesa”.
Porque esta democracia es tolerada solo cuando el partido ganador de las elecciones
es de la propia familia burguesa y acepta las reglas sectarias del juego burgués. Reglas que no viene escritas en sus Constituciones, obviamente. Y así ,
cuando el partido ganador se sale de sus
normas, no escritas obviamente, se produce el golpe de estado.
EL
GOLPE DE ESTADO COMO TERAPIA POLITICA BURGUESA
Y así cuando en aquellas elecciones
democráticas es elegido otro partido diferenciado al que ya estaba gobernando
solo se le permitirá si forma parte de alguna rama de la burguesía, para que
todo quede en casa, entre burgueses para que se respete y se aplique las normas
de la burguesía, y gobernara siempre al
socaire de la defensa de los intereses económicos de las distintas sectores de
la burguesía. Este es el límite de la llamada “democracia burguesa”. Y claro, tendrán cuidado en cuanto a los
trabajadores, que estos también puedan ganar lo suficiente para que puedan
alimentarse y cubrir sus necesidades vitales es lógico que la burguesía no
quiera que se mueran de hambre, pues tienen que producir, y cotizar a hacienda
pagano impuestos.. Pero en épocas de crisis, tal cual la actual crisis del
neoliberalismo, donde los que han
sucumbido al desempleo, y les va ser difícil conseguirlo de nuevo, a la burguesía no les importa gran cosa, incluso
consideran que es positiva y económica esta desgracia pues así abarata la mano
de obra, haciéndola competitiva.
Pero si algún partido ganador se
desmadra y se sale de los parámetros marcados en defensa de los intereses
económico-burgueses, que se atenga a las consecuencias de lo que siempre será
el recurrente Golpe de estado. Nuestro
ejemplo más cercano el Golpe que dieron las burguesías financieras
terratenientes comandadas por Franco.
Este suele ser el esquema habitual del funcionamiento de las llamadas
democracias burguesas. La historia moderna de la burguesía está plagada de
ejemplos. Aunque últimamente, las burguesas mundiales, guiadas por la
ingeniería moderna del golpe de estado, madre in USA están cambiando mucho, no
suelen ser tan drásticas ni sanguinarias, son más sofisticadas donde suelen
intervenir estamentos judiciales, comprados descaradamente, para implicar
procesar e incluso encarcelar a determinados políticos molestos por sus
actividades progresistas.
Sudamérica está pareciendo un
auténtico laboratorio para estas novedosas prácticas del moderno golpe de
estado. Ejemplos, En Brasil: Lula y Dilma Rusel, en Argentina, Cristina
Fernández Kirchner, en Ecuador, Eduardo Correa etc. y más que aparecerán. Todo
para tumbar gobiernos progresistas o impedir su continuidad.
Como vemos el esquema de las llamadas
democracias burguesas no es tan “democrático” como lo predican, solo abrazan la
democracia cuando los vientos les son favorables, cuando no lo son, la aplastan
ayudados por sus amigos los militares que, en realidad, aunque no lo cuenten,
sus altos mandos suelen formar parte de
la misma clase social, unidos principalmente por lazos económicos, familiares y
políticos. Porque no olvidemos que los ejércitos del estado burgués siempre
suelen estar al servicio de su propia clase social. Lo mismo suele ocurrir en
aquellos estados donde la clase trabajadora es la que ha tomado el poder, se
tomaran las previsiones para que el ejército se posicione a su servicio pleno. El propio Marx ya nos
decía que el Estado nunca puede ser
independiente e imparcial ante las clases sociales que componen la
sociedad. Siempre estará al servicio de una u otra clase social.
El ejercito suele formar parte del
entramado del Estado, lo mismo que todo su poder: el ejecutivo, el judicial, el
legislativo y otro que no suele aparecer en “nómina” pero que en los tiempos
modernos suele ser el más efectivo en el arte de controlar y mediatizar a las
masas. Hablamos de PODER MEDIATICO.
L a prensa, la TV, las redes sociales etc. etc. Es una poderosísima arma para
mediatizar y robotizar a las masas en aquellos módulos de opinión que interesen
a Estado. Direccionan con gran
efectividad la voluntad política de grandes masas de la población, de una
población que previamente está siendo vaciada de valores y opiniones que no interesan al Régimen. Un
ejemplo grafico de esto lo tenemos en la reciente victoria electoral del ultra fascista Bolsonaro
en Brasil , donde nadie esperaba su
victoria pero lo logro gracias a las nuevas técnicas mediáticas de las redes
sociales y sus recurrentes “fake news”
que arrasaron con una población despolitizada y mediatiza, atolondrada seria lo
mas apropiado decir.
La importancia que la clase social
burguesa le da a la clase trabajadora es relativa a la situación
política-económica concreta. Cuando la situación en la producción y el consumo
esta equilibrada y esta es de bonaza, todo va bien. Pero cuando aparecen los problemas en forma
de crisis, muy habituales en el sistema de producción capitalista, que hace que
el consumo caiga drásticamente y que la producción disminuya y el desempleo
aumente, y esto hace que a su vez que el consumo disminuya…. etc. Lo uno trae
lo otro y en cadena. Y esta ley no admite milagros. Y así en los tiempos
actuales del neoliberalismo la producción, el consumo y la economía están ralentizados
o estancados.
Enormes masas de parados deambulan
por el norte de África queriendo entrar en Europa a través del Mediterráneo.
Igual ocurre en el Sudamérica pretendiendo alcanzar la presunta meca del
bienestar económico, los EE UU. Estos son los forúnculos del Sistema
capitalista, que no por esperarlos van a ser minimizadas sus consecuencias, aun
imprevisibles. Estas contradicciones del capitalismo, cada vez más extremas no
sabemos cuándo y cómo acabaran. Solo sabemos su origen y porque ocurren, que no
es otra cosa que la voracidad del capitalismo por acumular ganancias y más
ganancias, obsesionadas en creando adictos al consumismo innecesario pues necesitan
vender, vender y vender aunque el producto no sirva para nada útil. . Enormes cantidades de capital paralizados
porque no hay demanda de mercancías y estas no llegan porque los presuntos
consumidores no tienen plata ni siquiera para alimentar a sus hijos ni a ellos
mismo. Estas son las consecuencias de
sistema capitalista, ya en su fase neoliberal y terminal, que comienza a mostrar sus más recientes y
graves contradicciones. Y debemos
desconfiar de sus propios datos y estadísticas. El capitalismo, sus elites
dominantes, nunca serán objetivos explicando la realidad, porque va a producir
caos y desesperación entre los más desfavorecidos. Es lógico este proceder por
las enormes consecuencias que van a producir en el ánimo de la ciudadanía y su
temor a las rebeliones y a enormes disturbios. Con esta finalidad han creado
su recurrente “Ministerio de propaganda”para mediatizar al pueblo en aquellos
módulos de opinión que les interesa al Estad. Donde las noticias falsas, los “Fake news” ya están siendo la munición
favorita del sistema capitalista para
seguir con en el control de poder.
La burguesía, en sus medios y en sus análisis económicos, nunca empleara
la palabra “clase social”. Las clases
sociales, la lucha de clases, clase trabajadora o clase burguesa. Estos
conceptos son un tabú terminológico e ideológico. Los ideólogos de la burguesía
huyen de su utilización por las reminiscencias políticas que cargan y
rezuman. Sus ideólogos huyen como alma
en pena solo mencionar el término de clases
sociales. Llevan lustros de años
mediatizando a la población en estos falsos valores para
crear ignorantes en el conocimiento de las claves de la política, una población
despolitizada y atolondrada con vágatelas es más fácil de manipularla y dominarla.
A la
clase social proletaria, o clase trabajadora, aunque nunca la
consideraran como clase social diferenciada,
será considerada como un valor
utilitario y servil , nunca como una
categoría que carga un valor político intrínseco en si misma .No se le da siquiera un valor
político propio y diferente con derecho a representación política , con derecho
a disponer de un partido político como clase social peculiar y diferenciada y
por tanto con derecho formar un Estado y
un gobierno propios como única forma de defender sus intereses peculiares y
diferenciados de los propios de la burguesía, tal y como lo hace la burguesía
como clase social. Eso no, a la burguesía no le interesa porque eso significa
su reconocimiento y su fortalecimiento como entidad política propia y facilitar
su disponibilidad para la toma del poder como clase diferenciada.
Lo que si pueden hacer los
trabajadores es formar parte de un partido burguesa, o presentarse como
candidato en ese partido burgués. Pero claro esto solo sirve para confundir,
sería lo mismo que jugar en un equipo ajeno, donde solo te permitirían si lo
hicieras jugando a su favor, que es lo mismo que traicionar a tu propio equipo
o clases social. Y es significativa
esta discriminación calculada hacia los trabajadores para poderlos controlarlos
y manipularlos mejor.
La concienciación y la lucha son el camino para la emancipación
y el progreso
Lo de la igualdad democrática solo es
aplicado a los intereses de las distintas ramas de la burguesía, las que tienen
negocios y capitales invertidos en la economía capitalista. Es decir, solo la
clase privilegiadas que dispongan de capital invertido en negocios y con
asalariados. Y como vemos este sistema
llamado “democrático” solamente lo es para la clase social burguesa, en sus
distintas ramas y niveles como propietarias del capital. Ser propietarios de
capital es una prebenda imprescindible para formar parte de las elites
privilegiadas y gobernantes, como lo era antiguamente los títulos mobiliarios
de la aristocracia, para moverse en los círculos del poder , es decir que
deberían tener títulos y terrenos con
sus correspondientes siervos para poder
disfrutar el titulo de “Nobleza” y por
tanto de poder político. No parece que hemos avanzado mucho desde aquella Edad Media. Esta es, y no otra, nuestra
maravillosa y “democrática “burguesía.
Y ahora nos podemos preguntar ¿Porque está desproporcionada manía de
considerar a la clase trabajadora y a la
clase social burguesa como un mismo sujeto político que llaman de CIUDADANOS? ¿Dónde
está la presunta igualdad del patrón de una empresa que emplea a unos empleados
a sueldo? ¿Acaso tiene los mismos intereses, el patrón explotador y el
trabajador explotado? ¿Acaso tienen los mismos intereses políticos los
empresarios explotadores que engordan con el trabajo de sus explotados? Es
obvio que son diferentes como sujetos
políticos, sus intereses políticos no solo son diferentes son además
contradictorios y contrincantes. La
política que justifica la explotación engorda al patrón capitalista y enflaquece al trabajador.
Y aquí quisiera hacer un inciso, sobre la
verborrea electoralista de aquellos
partidos que se llaman a si mismo de izquierda y se comportan políticamente como de derecha
pura y dura. Y me estoy refiriendo concretamente a PODEMOS , un partido que se
presenta como de izquierda con una
verborrea agresiva hacia las injusticias sociales y la corrupción etc. etc. y es incapaz de
distinguir políticamente , gráficamente , con sus nombre y apellido , a quien
defiende y a quien lo considera enemigo
. Huye del concepto de clases sociales, que es el fundamento de la propia
política, el ABC de la política a no ser que tu misión solo sea confundir y manipular a las masas. El
interclasismo solo es una forma más de engañar a los trabajadores como clases social.
Debemos desconfiar de estos charlatanes que solo pretenden acaparar energías
positiva para neutralizarlas con proyectos
políticos ambiguos y estériles.
El reconocimiento de la identidad
de clase de los trabajadores es no solo un
arma ideológica es además uno de los fundamentos de la lucha de clases a la que
inevitablemente los trabajadores estamos abocados a asumir y desarrollar. Es la principal arma ideológica que debemos
asumir y expandir en nuestra lucha
contra el capital. Los de Podemos saben muy bien la importancia del concepto CONCIENCIA DE CLASE son
sobradamente formados en política, y no es por casualidad que se obstinan
en ignorarlo, es más bien una de las claves
de su planes de atolondrar a las masas , de vaciar de contenido sus mentes para manipularlas
mejor.
Y aquí quisiera que el lector captase
la actitud rastrera que arrastra la burguesía cuando desprecia y rechaza la
propia naturaleza de sujeto político que carga clase trabajadora. A esta clase
social trabajadora, la clase burguesa no les considera ni como sujeto político
diferenciado, ni siquiera como un sujeto político propio, es decir con derechos
políticos propios de su naturaleza diferente
a la clase social burguesa, Por ejemplo para poder competir como sujeto
y en plan de igualdad con la burguesía , con posibilidad de presentarse en la concurrencia electoral como
sujeto político propio y con su propio programa político que contemple todo su
arsenal ideológico y burocrático entre
el que se incluirá su propio modelo de Estado , tal y como lo hace la
burguesía. Pero esto no se lo permite
porque saben que eso sería el fin de ella. Ignoran su propia existencia como
sujeto político, y punto.
Y no es en el tema laboral su único
caso. La burguesía es tan perversa que ni siquiera reconoce ningún tipo de
otros sujetos políticos que no sea el suyo propio como clase dominante y dirigente en aquellas sociedades
controladas por ellos, actitud esta que nos da una idea de su nula naturaleza
democrática. Y esto es palpable en aquellos estados donde en su territorio
están incluidos como propios y nacionales, territorios y culturas diferenciadas
que son ignoradas, anuladas y sometidas al poder central. En Europa tenemos
bastantes casos y sobre todo en el Estado español, Catalunya, Euskadi, Galicia
etc. en Sudamérica donde las numerosas etnias originales son ignoradas como
tales, desproveyéndolas de sus derechos ancestrales e incluso persiguiéndoles
violentamente para hacerles desaparecer. Actos perversos que tienen como fin
apropiarse de sus tierras y sus minerales para venderlas al mejor postor
extranjero. Las burguesías, como clase social instaurada en los estados
llamados “democracias burguesas”, de democracia tiene poco o nada, cada vez
está más clara el oscuro devenir que cargan para poder desenvolverse como
estados , no al servicio de sus comunidades diferenciadas sino que al servicio
del lucro y la ganancia de unas elites
cada vez más voraces en acumular ganancias , sin importarles que por el camino
vallan dejando regueros de cadáveres no solo de humanos sino también de sus
culturas ancestrales pisoteadas y
sus pueblos desposeídos de sus derechos
.
Pero volvamos a la clase trabajadora, a su
naturaleza política diferenciada de la burguesía, y que parece que esta
difuminada por ahí, algo así como si fuera la sombra de la clase social
burguesa, porque no costa en ningún documento de la Constitución que exista
como tal clase diferenciada, y por tanto no existe y no tiene derechos .Y todo haciendo gala de
una perversa actitud totalitaria, para desproveerle de su naturaleza político y económica
propia, como lo es todo grupo social ,étnico o cultural.
La clase proletaria es pues para la
clase burguesa, un fantasma legal, no existe, su situación es similar a las
nacionalidades no reconocidas, y no es por casualidad, el motivo es siempre el
mismo, pues el no reconocimiento de
derechos naturales favorece el lucro y
la ganancia por métodos criminales. Y sobre
todo el no reconocimiento de la clase
trabajadora, que es la fuerza de trabajo, la base y el fundamento creador de la riqueza de un país
y sobre todo es la que engorda a la
clase parasitaria burguesa, y sin embargo no es solo ninguneada como tal clase social,
es también una clase social productiva
imprescindible para el desarrollo
y crecimiento de un país.
Y
que en el ordenamiento jurídico de la constitución burguesa debería aparecer
como un sujeto político diferenciado y con derechos específicos propios, Pero
eso solo lo hacen los demócratas. Sera pues necesario implantar el estado
socialista para corregir estas carencias políticas básicas
Algún listillo nos dirá que tampoco en el
Estado comunista se permite la existencia de partidos burgueses como si esto
justificaría los hechos y los despropósitos de las burguesías actuales. Además,
la historia de la humanidad debemos entender que no es una competición de quien
es más “demócrata”, basándonos en el concepto burgués de “democracia” que ni es
absoluto, ni eterno, ni sobre todo, determinante, pues solo es una herramienta
que sirve a los intereses de la propia burguesía, como clase social
dominante.
El concepto de “democracia burguesa”
es un valor circunstancial, un accesorio discriminatorio que le sirve a la
clase dominante burguesa para mantenerse en el poder. No caigamos en el horror
de ir al costurero a encomendar un nuevo traje llevándole nuestras medidas
tomadas cuando teníamos 20 kilos más.
Porque el concepto de democracia que carga la clase trabajadora es
universal, para nada discriminatorio, porque en su modelo de estado ya no existirán clases sociales, solo un sujeto llamado ciudadanos.
Lo determinante será quien es el que va a
comandar la sociedad .No se trata de una competición sino de aplicar la
política justa y a los sectores de la
población correctos, y ya estaríamos en
una fase de la revolución donde la burguesía junto a todos sus bagajes y
accesorios deberán desaparecer como
clase social para dar paso al progreso
que supondrá que la clase
trabajadora y todos sus accesorios
ideológicos y administrativos
tomasen el comando, no solo del estado sino de la propia historia futura
.
Y aquí y ahora en este momento histórico
toca la confrontación de estos dos factores en liza. Esta se está dando ya
imperceptiblemente para la mayoría de la gente que compone la burguesía y el
proletariado. Y el enfrentamiento es bien peculiar y determinante pues se trata
de cambios y movimientos al principio imperceptibles pero continuos imparables.
La historia y el progreso son imparables a pesar de los esfuerzos por algunos
en pararla solo lograran, como mucho, ralentizar su avance.
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