sábado, 15 de junio de 2019

¿Izquierda o derecha? he aquí la cuestión para no dejarte manipular





 Por Beniezu 

           Vamos a reflexionar sobre determinadas actitudes políticas que erróneamente se suelen situar en el campo de la izquierda por el mero hecho de cargar unas siglas históricas cargadas de combatividad y dignidad combativa. Pero que, en la realidad actual, los portadores de esas siglas, practican una praxis política absolutamente de derechas. El lector sabrá ya que me estoy refiriendo al llamado PSOE.  

 

     Podemos decir que estas siglas fueron usurpadas en aquel Congreso del partido socialista en Suresnes Francia, en octubre de 1974, donde se dio un autentico golpe de partido, su dirección fue tomada por una  nueva ejecutiva, saneadas sus deudas económicas y sus estructurada orgánicas, políticas y financieramente por otros agentes extraños al propio movimiento socialista. Nacía pues un “nuevo partido socialista” de nuevo cuño y de nueva orientación “europeísta”, pero no tendría de  socialista NADA. Es  adelante dé socialista solo tendría el nombre, las siglas usurpadas , sería un vulgar partido social demócrata de orientación alemana de donde había recibido  cuantiosas aportaciones.  Este nuevo y  “ moderno” PSOE , nos contarían que su posicionan contra determinados objetivos político-sociales del sistema capitalista, no serían para derrumbarlo sino para “purificarlo “o mejorarlo, porque tumbar el capitalismo no es democrático ( Como si su contrario , el capitalismo, modelo al que  iría a servir, sería democrático con  la brutal explotación del capitalismo que arroja a millones de humanos al paro a la miseria y a la migración salvaje) y en la actualidad los usurpadores de las siglas PSOE viven de la fama de  una fama histórica robada pues no es la suya.

 

   Y sobre el PCE ocurre casi lo mismo. En su historia no hubo  aquel PSOE que solo existía en el exilio, el PCE siempre estuvo activo y combativo y perseguido por el franquismo. Lo que ocurrió fue una especie de Golpe de estado interno, apadrinado por el ínclito Santiago Carrillo, que no se entiende que influencias perversas transmitía a la militancia el caso es que el partido se doblego a los planes perversos de franquismo, aceptando la llamada “Transición” como si en realidad fuese un transvase de una dictadura a una democracia al huso occidental.  Y así nos va en la actualidad, navegando en un mar de corrupción y perversión política donde lo peor de la calaña franquista nos amenazan con resurgir mostrándonos  sus pestilentes entrañas. Calaña que nunca se fue del control del Estado, gracias a los que aceptaron la pantomima del “Nuevo estado democrático”, incluidas la mayor parte de las llamadas izquierdas, exceptuando a algunos eternos combatientes.

 

   Los partidos, el socialista y el comunista, teóricamente se supone que son los representantes ideológicos y organizativos de la clase trabajadora. La burguesía ya tiene sus propios partidos de clase quien les defienda, y lo suele hacer muy bien pues controlan los distritos gobiernos con eficacia, hacia sus propios intereses claro.  Es eficaz para la burguesía como clase social, porque defiende y garantiza buenos ingresos económicos para esta clase social. A más beneficios para las clases burguesas menos salarios y beneficios para la clase trabajadora. Y viceversa, Esta es una ley, la ley del embudo que rige en el sistema capitalista. Nadie podrá negarlo, a la burguesía, no se le ocurre pregonar que a más beneficios para los burgueses menos beneficios restaran para la clase trabajadora. El ladrón nunca alertara a sus víctimas que les está robando. Y si por casualidad algún gobierno progresista dicta normas económicas que beneficien ala clase trabajadora, automáticamente las burguesías empresariales se resentirán y tendrán grandes pérdidas económicas. Y claro eso no lo podrán tolerar, y nunca lo han tolerado. Se sienten ofendidos que utilicen “su Estado” para beneficio de los “sucios obreros”. Y actúan en consecuencia, con la misma herramienta que siempre la utilizan, el golpe de estado y masacre sanguinaria para que aprendan esos currelas de mierda, quien manda aquí.  El golpe de estado, suave o violente es el recurso histórico que siempre  se ha dado en estas  situaciones.

 

 Esta suele ser la amenaza latente y silenciosa que sobrevuela las cabezas de  la clase trabajadora. Los partidos y sindicatos que se supone deberían defender  los intereses de los trabajadores, no cumplen para nada su misión, y lo peor es que a los trabajadores no parece que les importe mucho esta falta de combatividad, el derrotismo parece que se ha apoderado de la antaño clase combativa trabajadora. De ahí tanto desempleo, y los recortes salariales etc. La burguesía gana y mucho, sus empresas y negocios les son rentables gracias a que su sociedad está organizada de forma que cada cual este en su lugar. Unos a trabajar por un mísero salario, produciendo mercancías con su trabajo que darán unas ganancias muy superiores al ínfimo salario que le cuesta al patrón con lo cual el valor sobrante, la llamada plusvalía, se transforma en un enorme capital cuyo único propietario es el capitalista. 
 

            Todo para fortalecer y darle continuidad al Régimen surgido de la Transición, que también fue fruto de una maquinación yanqui conchabados con las elites franquistas  para darle continuidad al franquismo sin Franco. No porque los yanquis fuesen fascistas sino porque hacer un franquismo controlado, les pareció la solución más mas factible  para darle continuidad a unas estructuras políticas anticomunistas visceralmente de derechas  confiables y fácilmente  manipularles, tal y como podemos comprobar al día de hoy. Solo les falló un “detallito” no pensaron que la casta franquista fuese tan corrupta y tan avariciosa que casi ha fundido los plomos del propio Estado, cosa que difícilmente se va conseguir enmendar el problema en parámetros de credibilidad. Sus protagonistas y sus instituciones están cada vez más desprestigiadas y corruptas, es como una gangrena que avanza y avanza.


No hay comentarios:

Publicar un comentario